De cara a la discusión salarial 2018, María Fernanda Boriotti, Presidenta del Sindicato de Profesionales Universitarios de la Salud (SIPRUS – FESPROSA), alertó que “hace más de 20 días el sindicato le planteó al gobierno provincial la necesidad de convocatoria urgente a paritarias para poder discutir el estado de los salarios para este 2018”. Consideran que el salario mínimo vital y móvil para un profesional con cargo testigo de 24 horas tendría que ser de 31 mil pesos, “lo que plantea un desfasaje con el estado actual de los salarios que no se acercan al valor necesario para reproducir la fuerza de trabajo”.
Sin novedades en el horizonte, los trabajadores de diferentes sectores del estado provincial marcan la cancha. Pese a las presentaciones formales para retomar el debate paritario, no hay convocatoria formal desde el gobierno.
“Hay una pérdida del poder adquisitivo por arrastre que no se compensó desde el año 2016. Esto significa un deterioro de cómo se trabaja. La aplicación de índices inflacionarios sobre salarios pobres no dignifica a los trabajadores”, explicó Boriotti. La dirigenta señaló que lo salarial no es lo único que urge abordar, sino que hay planteos sobre cuestiones vinculadas a las condiciones de trabajo, de contratación y problemáticas de género.
Presentando una perspectiva del sector nacional, la referente consideró que “el marco nacional con despidos, recortes y ajuste en salud vemos afectada la calidad de nuestro trabajo y el derecho a la salud de la población. Vemos cómo se avanza con la persecución a los trabajadores violando la libertad sindical desde el gobierno nacional, algo que afecta sobre todo a los trabajadores más precarios, aunque también se avanzó sobre profesionales de planta y con fueros gremiales”.
Por eso, el 15 de febrero, la Federación Sindical de Profesionales de la Salud (FESPROSA), de la cual Boriotti es Secretaria General, lanzó un paro con movilizaciones y asambleas. Los reclamos centrales son paritarias libres sin techo, el cese a las acciones antisindicales, y en defensa de los trabajadores despedidos y violentados del Hospital Posadas que es el más grande del país. Allí a inicios de año hubo 122 desvinculaciones de profesionales que se desempeñaban en especialidades nodales para el efector.
Prensa Siprus – Fesprosa